Irina Albert, la única chica premiada en ScratchContest, llega con un Room Escape para ciegos en Scratch al Parlamento Europeo

Irina Albert Mateos Scratch Festival Japonés

Hola Irina ¿Qué edad tienes y cuando empezaste a programar?

Hola Natàlia. Tengo 14 años y empecé a programar cuando tenía 8 o 9; no lo recuerdo exactamente.

¿Qué herramientas utilizaste al inicio y cómo continuaste con otras tecnologías ? ¿Te acuerdas del orden del progreso?

Empecé por casualidad. Una tarde de compras en un centro comercial, vimos que había unas sesiones gratuitas de robótica. Parecía muy chulo y eran clases de hora y media. Había dos niveles: Lego Wedo y Lego Mindstorms. Me dijeron que tenía que apuntarme al de Wedo porque el otro era para mayores de 12. Me lo pasé muy bien y, al terminar, el profesor le dijo a mis padres que me dejaran quedarme al siguiente de mayores porque entendía lo que explicaban y era la única que había terminado la actividad sin ayuda. Aquella tarde me di cuenta de que me gustaba los robots.

Desde ese día, mi padre empezó a enseñarme a programar y algunas cosas básicas de mecánica y matemáticas que necesitaría si quería usar robots. Al principio fue todo teórico, sin ningún lenguaje en especial. Hacía diagramas de flujo, aprendí binario y cosas así. Como era un poco aburrido, le dije a mi padre que quería hacer cosas más chulas. Así hemos pasado varios años con Scratch y Mindstorms. Cuando tenía 11 empezamos con Arduino. No fue bien porque era pequeña y no entendía la electrónica. Decidimos dejarlo hasta que llegara el momento adecuado. Hace unos meses, volvimos a ello y todo ha ido mejor. Ya comprendo muchas cosas y se lo bastante de matemáticas y ciencias como para hacer proyectos más complejos. Desde navidades estoy con Python básico. Es una diferencia importante y me llevará tiempo, especialmente porque el colegio me exige cada vez más y tengo otras aficiones.

Aquella tarde me di cuenta de que me gustaba los robots.

¿Cómo te sientes cuando programas?

Me siento genial. Poder hacer cosas que funcionan es una pasada. Las miras y te sientes orgullosa de ti misma. Mis amigos alucinan con lo que hago, pero yo sé que no es gran cosa y que me queda mucho por aprender. Todos me dicen que tengo que dedicarme a esto, pero para mí, la programación es, por ahora, un hobby. También me gusta muchísimo la danza y, en general, las cosas artísticas. No sé lo que haré en el futuro, pero creo que es muy importante saber programar porque te ayuda a analizar problemas, te hace ser creativo y te ayuda a buscar soluciones a los problemas. Mis padres dicen que te estructura la mente, pero yo no tengo claro lo que significa eso.

¿Cómo han sido tus experiencias hasta día de hoy con las actividades de robótica? ¿Cómo crees que podrían mejorar? ¿Crees que hay contenido suficiente para llenar un curso?

Yo, solo me he apuntado a cursos de robótica y ha habido de todo. Unas buenas y otras no tanto; aunque mejor lo explico. Los principales problemas que los que me he encontrado son la duración, los requisitos y las expectativas de mis compañeros (y sus padres). La mayoría de los cursos son muy cortos y para aprender robótica se necesita saber programar. Si te apuntas a un curso y no has escrito nunca código, es difícil que entiendas lo que haces y seas capaz de repetirlo. Mucha gente cree que con pocas horas es suficiente y a mí me parece que no es así.  En muchos cursos cortos, a los alumnos se les da un reto para resolver y el profesor acaba haciéndolo por ellos porque no entienden nada. En otras ocasiones se les da ya hecho lo que han de poner y lo copian sin más. Al final, el robot se mueve, pero ellos no saben el porqué. Si el curso es básico la mayoría de los alumnos terminan, pero si es avanzado lo dejan a las pocas sesiones. El curso acaba suspendiendo por falta de gente. Esto me ha pasado en dos ocasiones. ¡No veas lo que fastidia!

Mi opinión es que los cursos de robótica deben incluir programación y ser lo suficientemente largos para aprovecharlos bien. En caso de ser avanzados o medios, me parecería interesante que se pusiese unos prerrequisitos para apuntarse. La robótica da para llenar muchos cursos y organizarlos por nivel real de los alumnos sería estupendo. Otra opción son las sesiones demostrativas como las que me engancharon a mí, Esas me parecen geniales porque son breves y te dan una idea de lo que te vas a encontrar.

Los cursos de robótica deben incluir programación y ser lo suficientemente largos para aprovecharlos bien.

¿Por qué decidiste apuntarte a la convocatoria de ScratchContest? ¿Nos puedes explicar un poco tu experiencia creando el festival japonés?

Unos conocidos me hablaron del concurso por si quería presentarme y me lancé de cabeza porque me encantan las Escape Rooms. El problema fue que me enteré tarde y con el plazo de entrega y la cantidad de trabajo del cole, no pude dedicarle todo el tiempo que hubiera querido. Hacer una Escape Room no es fácil y requiere bastante planificación. No solo es programar, es tener clara la historia, la interacción de los objetos y la secuencia de juego. Sin embargo, lo más difícil fueron los gráficos. Me empeñé en hacerlo todo con Scratch, sin ayuda de otros programas como Photoshop o Krita, y eso fue un error porque me llevó mucho trabajo más del que pensaba. Además, el resultado no fue muy bueno. ¡Ja ja ja!. Lo que sí querría es recomendar a quienes les guste este tema que intenten hacer una. Es muy divertido y aprendes un montón.

¿Qué opinas de ser la única chica premiada? ¿Y por qué crees que hay poca presencia de chicas estudiando temas técnicos?

Lo de ser la única chica, estoy segura de que es porque se han presentado pocas a los concursos. En general, no somos muchas las que nos interesamos por la robótica y la programación. Parece como si fuera una cosa de chicos; y nada más lejos de la realidad. No sé si el motivo es cultural, social o una preferencia. Mi punto de vista es muy limitado, pero lo cierto es que ninguna de mis amigas se interesa por este tema y en mi colegio somos poquísimas las que trasteamos con ordenadores. Lo que sí he notado es que muchos chicos se meten a esto porque les parece que es cosa de “hombres” aunque no les gusta mucho. Es como si lo hicieran por obligación social. En cambio, las chicas lo hacemos porque nos gusta y eso se nota en que solemos ser de las mejores del grupo. Desgraciadamente, algunos y algunas nos miran como bichos raros. A mi me han llegado a insultar algunos niños. Soy muy “girly” y no llevan bien que una chica con mi pinta les supere. Por suerte, son casos muy puntuales. A mis amigos les encanta que sepa de videojuegos y haga cosas “raras de esas con ordenadores y robots”  ¡Ja ja ja!.

¿Cómo se te ocurrió la idea de crear un Escape Room para ciegos? ¿Cómo has gestionado los objetos para que resulten visibles a los ciegos?

(Activa el sonido de tu PC para jugar)

Fue tras celebrar un cumpleaños en una Escape Room. Estaba hablando con mis padres sobre el tema y empezamos a pensar en si podrían resolverla las personas sordas y las ciegas. Le dimos vueltas a cómo se podría hacer una que fuese para todo el mundo y así quedó la cosa. Meses después, se me planteó hacer un proyecto para exponerlo en el Parlamento Europeo si era seleccionado. No sabía qué hacer. Como hacía poco que había ganado el premio del ScratchContest con el Festival japonés, estaba emocionada con el tema y mi padre me recordó aquella conversación. La idea me pareció genial y tras darle vueltas decidí que era algo diferente, con valor social y suponía un reto complicado (como los que me gustan).

Dado mi nivel, el proyecto ha sido bastante complejo. Al principio no sabía cómo gestionar los objetos porque sólo podía usarse sonido. Había acciones específicas para cada uno, la posibilidad de combinarlos y se añadían o quitaban según avanzaba el juego. ¡No era nada fácil! Finalmente, me decidí por una solución basada en las aventuras gráficas clásicas. Me encantan juegos como la saga de Monkey Island, Indiana Jones, The day of the tentacle…

Ellas me dieron a idea. El funcionamiento se basa en arrays bidimensionales. El problema es que Scratch solo tienen lisas simples por lo que necesité pensar una solución que no usase mil listas. Al final me las arreglé con dos o tres, un sistema de punteros y cadenas de texto que actuaban como números binarios que activaban las acciones disponibles. Otro reto fueron los sonidos. Hay muchos (la escape room no tiene ninguna imagen) y deben ser cargados cuando corresponda. Además, han de ser grabados por separado. Hay que ser organizada o te metes en un lío enorme. Por último, las pruebas de funcionamiento. No conozco a nadie ciego así que lo probaron mis padres y amigos. A la gente que vemos, nos resulta muy difícil orientarnos solo por el sonido y todos teníamos la sensación de estar desorientados.

¿Cómo ha seguido tu aventura de crear y ganar Room Escapes a llegar al Parlamento Europeo a exponerlos? ¿Cómo recuerdas esos momentos?

Cuando quedé tercera en el concurso fue una pasada. Me puse como loca. Creía que no tendría ninguna oportunidad y no fue así. La verdad que el concurso ha sido un buen empujón y me hizo decidirme a participar en la convocatoria para el Parlamento Europeo.

Respecto a éste, la sensación fue agridulce. He aprendido muchísimo, aprovechamos para hacer turismo por Bélgica, me acompañó mi amiga Gemma y nos trataron de maravilla en el parlamento. Fue una experiencia inolvidable. Sin embargo, éramos casi cincuenta niños, aunque yo era la única representante de España, y me llamó la atención que ningún político de ningún país vino a vernos. Me pareció como si no les interesase ni lo más mínimo los proyectos que habíamos hecho.

¿Qué les dirías al resto de niños y niñas que se planteen aprender a programar?

Pues les diría que es algo muy importante. Les va a ayudar mucho en sus estudios y les enseñará a afrontar problemas y solucionarlos. Programar te hace pensar mucho y te deja claro que no siempre salen las cosas rápido. Hay que esforzarse, pero el resultado merece la pena. Yo he tenido suerte porque mi padre me puede enseñar, pero, si no es su caso, hay sitios buenísimos donde les enseñarán. Eso sí, es importante elegir bien el centro y el curso. La robótica está de moda y eso ayuda a encontrar opciones. Por si fuera poco, todos dicen que la AI será una de las áreas donde más trabajo habrá en los próximos años. Si, de verdad, os gusta, no esperéis. Buscad un centro, intentad aprender por vuestra cuenta, juntaros con amigos o que os enseñe un familiar.






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